Hoy es miércoles, un miércoles diferente porque hoy no trabajo, tengo el día libre. Hoy no hace frío, tampoco calor. Los árboles ya están florecidos y Ámsterdam está llena de flores de todos los colores: azules, rosas, naranjas, amarillas... Ya estamos en primavera. Hoy es un día perfecto para ir al mercado. Así que me subo a la bici y me voy al mercado más popular de Ámsterdam: el Mercado Albert Cuyp.
Este mercado es uno de los lugares favoritos de la gente local, pero también de turistas, estudiantes, y empresarios. El mercado Albert Cuyp se encuentra en el barrio De Pijp. Un barrio bohemio y tradicional al sur de Ámsterdam.
El mercado está abierto de lunes a sábado. Los domingos está cerrado. Hoy el mercado abre a las 9:30 de la mañana y cierra a las 5 de la tarde. Ahora son las 10 de la mañana, así que es la hora perfecta para ir al mercado.
Quince minutos en bici y ya estoy aquí. Llego, dejo mi bicicleta y comienzo a escuchar el ruido típico de los mercados. La gente habla, compra, come, bebe, camina… En fin, la gente disfruta del mercado.
Mientras camino veo muchas tiendas con diferentes productos. Veo una verdulería con verduras y frutas de muy buena calidad. Los precios no son más baratos que en el supermercado. Los tomates cuestan 4 euros el medio kilo, las fresas 5 euros 500 gramos, las naranjas están a 3 euros el kilo, los melones cuestan 3 euros cada uno, hay oferta de pepino. Dos pepinos por el precio de uno.
En frente de la verdulería hay una pescadería. ¡Madre mía! ¡Cuánta variedad de pescados y mariscos! Tienen hasta pulpo. Todo parece muy fresco.
Camino un poco más y veo puestos de comida mexicana, española, holandesa, turca, marroquí, surinamés, antillana, coreana, china… lo que le da al mercado y al barrio una fuerte sensación multicultural.
Hoy quiero comer churros. En este puesto venden churros. Es una churrería. Hay un cartel que dice: los verdaderos churros españoles. Los churros vienen con diferentes opciones de salsa. Vienen con chocolate, dulce de leche, crema de fresas, crema de plátano o simplemente con azúcar y canela. Si compro churros con azúcar y canela cuestan sólo cuatro euros pero si los quiero con otra salsa, cuestan 5 euros. Hoy quiero churros con dulce de leche. Mmmmm ¡Están deliciosos! Calientes y crocantes. ¡Qué rico!
Pasando la churrería veo una quesería, más adelante una perfumería y detrás de la perfumería hay una pollería. Venden pollos para llevar y cocinar en casa pero también venden pollo ya cocidos.
En la esquina de la pollería hay una tienda de ropa, una boutique. La ropa en el mercado sí que es más barata que en un centro comercial. Hay gorras de sol a 3 euros, calcetines deportivos a 2 euros, camisetas de todos los colores a 5 euros, pantalones unisex por solo 10 euros, chaquetas muy chulas a 20 euros y botas tejanas por solo 15 euros. ¡Esto es una ganga! ¡Muy buenos precios!
También hay vestidos y faldas pero no dicen el precio. Quiero preguntar: ¿cuánto cuestan?… Aunque pensándolo bien, esos vestidos y esas faldas no son mi estilo. Me gusta la ropa más moderna, ropa minimalista, sencilla y de colores neutros, sin flores, sin colores fuertes.
Hoy he leído que el mercado Albert Cuyp tiene algo para cada persona, no importa la edad, no importa si eres joven o viejo. Y ¡es verdad! En el mercado hay una gran variedad de productos. Así que si necesitas comprar algo, seguro que en este mercado lo encuentras.
Y como estamos en el mercado, hoy quiero compartirles la expresión “¡Esto es una ganga!” Esta expresión hace referencia a un producto que se vende por muy poco dinero, se vende muy barato, por debajo del valor que normalmente tiene. Por ejemplo un par de botas a solo 15 euros. ¡Es una ganga! O como se dice en neerlandés “dit is een koopje”.
Escucha este podcast aquí: Episodio 7
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Música de https://licensing.jamendo.com